“Y la paciencia debe ir acompañada de obras perfectas, a fin de que ustedes lleguen a la perfección y a la madurez, sin que les falte nada.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque él la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio”.
Carta de Santiago 1, 4-5
La paciencia es una virtud que nos lleva a tolerar, atravesar o soportar una determinada situación sin experimentar nerviosismo ni perder la calma. De esta manera, podemos decir que una persona con paciencia es aquella que no suele alterarse. Cuando esto sucede llegamos a alcanzar un estado de hartazgo, cansancio y a querer huir de la realidad. Las consecuencias pueden ser muy variadas, violencia, alejamiento, o el dejarse rendir ante ciertas situaciones.
Por esta razón Santiago Exhorta a la paciencia, tolerancia, a realizar obras que sean perfectas, desde el corazón. Nuestro corazón es débil ante las tentaciones de este mundo, todo lleva a que actuemos con ligereza y muchas veces lo hacemos sin pensar, decimos cosas que hieren y no nos damos cuenta, y cuando pedimos perdón ya es tarde, ya hemos lastimado, y a veces esas heridas son difíciles de sanar.
Pensar, antes de actuar, cuantas cosas se evitarían si nos tomamos esos diez segundos antes de actuar. El actuar correctamente forma parte de nuestra madurez y esto nos llevara a la perfección, dice el Señor: “sean perfectos como lo es mi Padre del cielo”, es difícil llegar a la perfección por nuestra naturaleza pecaminosa, pero en Cristo Jesús podemos llegar a serlo a medida que le permitamos reinar en nuestras decisiones y en nuestra manera de pensar.
Es hora de sacarnos la idea de la cabeza que si todos hacen el mal yo también lo hago, y estamos acostumbrados a devolver mal por mal, muchos actúan impulsados por el mal para lograr sus propios intereses, no te dejes llevar por el mundo, eres único e irrepetible y no te olvides que si pones el Amor en tus acciones, en tu manera de pensar, todo será perfecto. Animo!!
Cristo revoluciona mi vida!!
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque él la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio”.
Carta de Santiago 1, 4-5
La paciencia es una virtud que nos lleva a tolerar, atravesar o soportar una determinada situación sin experimentar nerviosismo ni perder la calma. De esta manera, podemos decir que una persona con paciencia es aquella que no suele alterarse. Cuando esto sucede llegamos a alcanzar un estado de hartazgo, cansancio y a querer huir de la realidad. Las consecuencias pueden ser muy variadas, violencia, alejamiento, o el dejarse rendir ante ciertas situaciones.
Es hora de sacarnos la idea de la cabeza que si todos hacen el mal yo también lo hago, y estamos acostumbrados a devolver mal por mal, muchos actúan impulsados por el mal para lograr sus propios intereses, no te dejes llevar por el mundo, eres único e irrepetible y no te olvides que si pones el Amor en tus acciones, en tu manera de pensar, todo será perfecto. Animo!!
Cristo revoluciona mi vida!!
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